El colágeno en la cirugía y la estética
La piel es uno de los elementos del cuerpo que más cuidado necesita, debido a que es una de las partes que continuamente está expuesta ante los agentes exteriores. En este sentido, el paso de los años no son los únicos acuciantes del empeoramiento de la piel, si no que también estar sometido a climas extremos o a una cantidad abundante de contaminación, pueden terminar por producir varios problemas.
Sin embargo, más allá de todo problema externo, pasada la frontera de los 25 años, el organismo disminuye de forma considerable la producción de colágeno en donde se sigue reduciendo, conforme van pasando los años. El colágeno es una proteína que se encarga de favorecer la elasticidad de la piel y que también ayuda a prevenir las arrugas y a evitar la flacidez. Estos síntomas, son más frecuentes dentro de las personas mayores, debido a la pérdida en la producción de su colágeno de forma natural.
Para poder combatir este envejecimiento, existen tratamientos, tanto estéticos como por toma de suplementos, en los que se trata de ayudar al organismo mediante la asimilación de este colágeno. En este sentido, vamos a diferenciar claramente ambos tratamientos y ver como funcionan.
Inyecciones de colágeno para su tratamiento estético
El objetivo de las inyecciones de colágeno en el tratamiento estético, es acabar con las arrugas y las líneas de expresión del rostro. Pese a que estas operaciones son de lo más demandadas entre pacientes de entre 35 y 60 años, también con colágeno se pueden someter a tratamientos para aumentar el volumen de los labios.
A diferencia de otros tratamientos, estas inyecciones de colágeno requieren una preparación previa en el paciente. Pese a que no se trata de nada grave, es importante tener en cuenta las posibles alergias que tenga el paciente a los productos que provienen de la vaca y no tener enfermedades como pueda ser el SIDA, básicamente, se requiere gozar de una buena salud.
Una vez que el paciente ha sido declarado como apto para procederse al tratamiento, es importante conocer también que cada paciente puede reaccionar de una manera diferente al mismo. De esta forma, las inyecciones de colágeno, puede cambiar en según los pacientes y en alguno de ellos, puede que su organismo detecte esta intrusión de colágeno como una sustancia extraña y termine por haber algún tipo de problema.
De todas maneras, esto es algo bastante inusual ya que con los estudios previos al tratamiento, se suelen descartar a los pacientes potenciales que puedan experimentar cualquier tipo de problema pero es importante tener en cuenta que este podría llegar a suceder al darse el caso. Por lo demás, si el paciente no tiene ningún tipo de problema, el procedimiento será bastante sencillo y se convierte en un tratamiento no invasivo, consiguiendo elevar el nivel de piel en la zona que se administre, eliminando en buena medida las arrugas.
Cómo es el procedimiento
Antes de llevar a cabo las inyecciones, el médico prepara la zona que sobre la que va a trabajar limpiando y desinfectándola. Se trata de un tratamiento tan simple, que el paciente no requiere ni anestesia, ya que el dolor que va a sentir va a ser mínimo, como si se tratara de una mera molestia.
Estamos ante un procedimiento rápido en donde las sesiones, dependiendo de las zonas a tratar, tienen una duración media de una media hora. Estas inyecciones con colágeno se llevan a cabo debajo de la zona de la piel que se pretenda tratar. Para ello, con el uso de una aguja fina, se va inyectando en múltiples puntos de la zona que se absorberá más adelante. Uno de los pequeños efectos secundarios que presenta, es una pequeña hinchazón en la zona tratada pero que irá disminuyendo con rapidez con el paso del tiempo.
De hecho, estas pequeñas hinchazones serán el único recuerdo que guardemos después del tratamiento, debido a que se puede realizar vida normal justo después del mismo, sin ningún tipo de problema, ya que como mucho el hinchazón o enrojecimiento puede tener una duración de 48 horas, pudiéndose utilizar maquillaje para disimular el mismo.
Alternativas a las inyecciones de colágeno para su uso estético
Si tienes fobia a las agujas, te dan miedo las inyecciones o cualquier otro tipo de problema que te evite poder disfrutar de una intervención de cirugía estética, te resultará importante saber que puedes tomar colágeno de diferentes formas y que existen alternativas igual de efectivas en diferentes modalidades.
En primer lugar, uno de los más habituales, es el tomar el colágeno en pastillas. Estas pastillas se encuentran a la venta en las farmacias y también en las clínicas de estética. Estas pastillas, se acompañan con vitamina C que ayuda a que el colágeno se absorba de manera mucho más efectiva y además, tiene más indicaciones aparte de las ventajas estéticas, como puede ser para aliviar dolores de la artritis o mejorar la musculación en los deportistas.
Otra forma posible de tomar colágeno, es convertirlo en líquido. En este sentido, este colágeno bebible se toma junto con ácido hialurónico y tiene un efecto de hidratación y rejuvenecimiento en la piel, en donde con el tiempo, las arrugas quedan disimuladas. No se trata del tratamiento más rápido pero es una buena alternativa para aquellas personas que no puedan suministrárselo de otro modo. Para favorecer la absorción del colágeno, al igual que en las pastillas, es recomendado tomarlo con vitamina C, por lo que lo puedes acompañar co un zumo de naranja.
Por último, otro tratamiento a largo plazo, sería el de tomar el colágeno en cápsulas de 8 a 10 gramos diarios, durante unos 90 días. Estas cápsulas están compuestas de ácido hialurónico que ayudan a proteger los huesos de los golpes que podamos sufrir y también favorece a las articulaciones permitiéndonos disfrutar de unos cartílagos mucho más flexibles. Al igual que los anteriores, se recomienda su ingesta con vitamina C, para favorecer la absorción del colágeno en nuestro organismo.