Elevación de pechos
La elevación de pechos (mastopexia), es un proceso quirúrgico que está indicada especialmente para mujeres que presentan las mamas caídas. En el caso de que también presenten poco volumen se podría combinar con un proceso de implantación de prótesis.
Se intervendrán las mamas en la zona de alrededor de la areola del pezón, actuando contra el exceso cutáneo, recolocando el pezón y la areola en la zona correcta. Si se diera el caso de que exista un exceso de piel considerable, se podría intervenir por el área del surco mamario.
El resultado de una elevación de pechos suele ser bastante satisfactorio: no sólo tiene por objetivo mejora la estética de la paciente, sino también su autoestima.
Sin más preámbulos, vamos a conocer las principales particularidades de la operación.
Contenido
¿Qué paciente es la candidata perfecta para someterse a una elevación de pechos?
La elevación de pechos es una intervención que se indica para mujeres sanas, mayores de edad, que presentan unos pechos con apariencia caída, con aspecto envejecido en proporción con el resto de su cuerpo. También es una buena alternativa para aquellas que buscan corregir el descuelgue y la pérdida de firmeza que se han ido incrementando con el paso del tiempo (puede ser que por la fuerza de la gravedad, por el embarazo, por la lactancia…).
El resultado es conseguir un pecho bonito y adecuado a cada tiempo de paciente.
¿En qué consiste la cirugía?
La cirugía consiste en eliminar el exceso cutáneo y en recolocar el pezón y la areola en la posición anatómica más adecuada en base a la forma de las mamas de la paciente y de su tórax. Se modela la mama para que recupere su forma característica.
Hay muchas técnicas que se pueden seguir para hacer una elevación y pechos y modelación de las mamas. Se tiene en cuenta el volumen y la forma de implantación de cada mama. Por lo general, se generará una cicatriz que avanzará a lo largo de la areola y en forma vertical. En el caso de que se requiera de extirpar grandes cantidades de piel se requerirá de hacer una incisión mayor y la cicatriz que quedará será mucho más amplia.
La intervención requiere de anestesia con sedación; gracias a esto se consigue un rápido periodo de operación, además de poder llevarlo a cabo de manera ambulatoria sin necesidad de que la paciente deba ser ingresada.
La operación de elevación de pecho suele durar una hora y el tiempo que tendrá que estar después en la clínica no suele ser mayor a una hora. Sin embargo, no se le dará de alta hasta que se haya comprobado que se ha recuperado por completo.
No podrá conducir y tendrá que estar acompañada en todo momento durante las próximas 48 horas después de la operación, para comprobar si se produce alguna complicación.
Por lo general, no suele haber problemas con la cicatrización: se utilizan suturas intradérmicas (que se hacen dentro de la piel), por lo que las marcas que serán visibles serán muy escasas.
Estas cicatrices tendrán un aspecto enrojecido durante los 6 primeros meses después de la intervención. Una vez pasado el tiempo empezarán a aclararse y se disimularán progresivamente.
Sin embargo, no le puede dar el sol directo en la zona de la cicatriz (al menos no sin un protector solar adecuado), ya que esto podría elevar la posibilidad de que se produzca hiperpigmentación en la cicatriz.
Post-operatorio de una elevación de pecho
Durante las primeras 48 horas es común presentar algunas molestias y sensación de tirantez en la zona de los pechos.
Al pasar 2 días ya se retirará el vendaje compresivo y el sujetador se podrá sustituir por uno deportivos que no tenga aros.
Aproximadamente, tras el 3-4º día ya se podrá seguir una vida normal, pero siempre limitado el esfuerzo que se hace con los brazos.
Una vez que han pasado 7 días habrá que acudir al cirujano para que se encargue de retirar los puntos de sutura.
Al pasar el primer mes se podrá empezar a hacer ejercicio de manera moderada. La cicatriz tendrá un aspecto rojizo que empezará a mejorar. Por otro lado, la sensibilidad de la zona también debería mejorar.
Durante el primer año habrá que someterse a revisiones continuas para comprobar que todo es correcto.
Preguntas y respuesta más frecuentes de una elevación de pecho
¿Hay que tomar alguna precaución antes de la intervención?
En el estudio inicial, el cirujano te preguntará por si tomas algún tipo de medicación. Existen algunos medicamentos que son incompatibles con la aplicación de la anestesia (como la aspirina que podría provocar problemas de coagulación y generar hemorragias).
Si la paciente es fumadora tendrá que dejar de hacerlo, por lo menos, 2 semanas antes y 2 semanas después de la intervención. Y es que el tabaco podría afectar drásticamente a la cicatrización de la herida de la operación.
¿Existe alguna contraindicación?
Hay algunas enfermedades que podrían interferir con el proceso quirúrgico o con la anestesia; en estos casos se desaconsejaría la intervención. Es por ello por lo que inicialmente se lleva a cabo un estudio mamario previo con mamografía, además de una completa exploración médica.
Una elevación de pecho podría no ser una buena opción para personas que fuman mucho. Y es que entre los grandes daños que puede causar el tabaco para el organismo, este podría afectar a nuestra circulación capilar y por ende, a la cicatrización.
¿Cómo se debe dormir los primeros días después de la operación?
Hasta que las cicatrices no se hayan curado por completo, se recomienda no dormir en posición boca abajo. Además, habrá que dormir con el sujetador en el periodo que se utiliza como vendaje.
¿Cuándo se puede volver de nuevo a la vida laboral?
Esto dependerá del trabajo que se lleve a cabo. Si es un trabajo de oficina, a los pocos días ya podremos volver. Pero si es un trabajo que requiere de movimientos que afecten al pecho, entonces habrá que esperar algo más.
Con estas consideraciones ya tienes más claro en que consiste una elevación de pecho.