Hoy en día vivimos en la sociedad de la imagen y es por ello que cada vez son más las personas preocupadas por su estética y su aspecto en general.
En este sentido, muchas veces hace falta recurrir a la cirugía estética para poder llevar a cabo diferentes mejoras a fin de parecer más atractivos o de quitarnos algunos años de encima. Sin embargo, todavía a día de hoy, son muchas las personas que tienen miedo a las intervenciones, por los riesgos que implican las operaciones. Esto es algo bastante común y es por ello que cada vez aparecen más métodos, que aparte de ser indoloros, se llevan a cabo en muy poco tiempo y que no precisan en absoluto de ningún procedimiento quirúrgico.
Además, son mucho más accesibles por que son también bastante más económicos ya que evidentemente, no tienen que enfrentarse a los costes que supone el desplegar un quirófano, por lo que se traduce en la posibilidad de poder mejorar nuestro aspecto, de forma bastante económica. En este caso venimos a hablar de los hilos tensores, las aplicaciones que tienen, como funcionan y lo que pueden aportar a las personas, vamos a ver un poco más al detalle estos hilos tensores.
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¿En qué consisten los hilos tensores?
Los hilos tensores es una de las técnicas más modernas en cuanto a estiramiento facial se refiere. Estos hilos tensores, se posicionan como una alternativa perfectamente viable a la cirugía estética, ya que ha sido diseñado bajo un procedimiento que hace que sea menos invasivo y mediante el cual podemos reducir toda la piel floja que aparece alrededor de los pómulos, la línea de la mandíbula o el cuello. Las ventajas que tiene frente a la cirugía estética más tradicional, es que es una intervención mucho más rápida y mucho menos arriesgada, por no decir también que es bastante más económica.
Para llevar a cabo este estiramiento facial lo que se lleva a cabo son los hilos tensores. Estos hilos tensores son especiales y se utilizan para sostener de forma discreta a la piel en su lugar, estirando la misma y dejando la superficie libre de arrugas. Este procedimiento tiene un beneficio inmediato por lo que después de aplicarlo, saldremos de la clínica con los resultados ya visibles de forma inmediata y cuenta con mucho menos riesgo que otros procedimientos que sean más intensivos.
¿Cómo es el tratamiento con los hilos tensores?
El tratamiento con hilos tensores es un tratamiento indicado para aquellas personas que empiezan a notar en su piel los primeros síntomas de vejez, lo que comúnmente se conoce como las arrugas. El tratamiento mediante estos hilos tensores es tan sencillo que en algunos casos no hace falta anestesia durante su aplicación.
Algunas personas por el contrario son un poco más propensas al dolor y es por ello que dependiendo del especialista, se puede aplicar algún tipo de crema que cuente con propiedades anestésicas o incluso administrar anestesia local. Sin embargo lo indicativo del procedimiento es que es muy poco doloroso o nada, por lo que la anestesia muchas veces, es opcional.
La duración del tratamiento difícilmente llega a la hora y durante la misma, el cirujano se encarga de insertar pequeños delgados hilos en la cara del paciente, a través de pequeñas y localizadas incisiones en la misma. Con estos hilos, lo que se consiga es que se unan al tejido de la piel, consiguiendo tensarla cuyo efecto es el estirar y alisar la cara. De esta forma, como hemos dicho antes, se trata de un tratamiento inmediato por lo que una vez insertado el hilo, la desaparición de la arruga será inmediata, como si estuviéramos estirando la piel constantemente. Uno de los aspectos más interesantes de este tipo de intervención, es que el paciente se encuentra despierto y plenamente consciente durante la misma, de forma que puede ir verificando junto al cirujano el resultado de la misma o comentarle lo que realmente quiere y necesita. Una vez finalizada la tarea de inserción, los nudos de los hilos tensores quedarán ocultos debajo de la misma piel y será una intervención que no contará con ninguna cicatriz, por lo que realmente parecerá que no nos hemos hecho nada, más allá de habernos quitado unos años de encima una vez apreciado el resultado.
Diferentes tipos
Pese a que comparten prácticamente la misma función, nos podemos encontrar diferentes tipos de hilos tensores que pueden ser más apropiados para según que función o tipo de paciente. En este caso, se trata de los hilos de monofilamentos, los espiculados o los hilos de ácido poliáctico con efecto lifting. Vamos a ver al detalle cada uno de ellos para ver en que se diferencian y lo que nos pueden llegar a ofrecer.
El hilo de monofilamento es el más indicado para reafirmar la piel debido a que permite la producción de colágeno y fibroblastos alrededor de las zonas en donde hayamos insertado y comunicado el hilo. Estamos ante un tipo de hilo que para colocarlo, no hace falta ningún tipo de anclaje o sutura y cuyos resultados son progresivos y naturales. En este caso, los beneficios del hilos se empiezan a notar a las 3 semanas que es cuando empezaremos a notar el efecto de regeneración del colágeno y tendrá una duración estimada de unos 12 meses en donde tendremos que volver a repetir el tratamiento a modo de mantenimiento.
Los hilos espiculados son unos hilos perfectos para reafirmar y tensar la piel. Si los comparamos con los hilos anteriores, estos tienen como principal componente que se encuentran dotados con espículas bidireccionales lo que permite una mayor generación de colágeno y fibroblastos, debido al espesor con el que cuenta el hilo. Estos hilos ofrecen una mayor tensión y elevación, por lo que se encuentran indicados en el caso de que se sufra una flacidez media. Para su colocación, se colocarán en el tejido subcutáneo con el objetivo de reposicionar el plano más profundo y poder mejorar a su vez el superficial. Estos hilos son naturales y el organismo los consigue reabsorber alrededor de los 14 meses de duración, pese a que sus resultados se dilaten hasta llegar a los 20 meses. Los resultados de la utilización de estos hilos son progresivos y naturales.
Por último, los hilos de poliáctico efecto lifting son los que presentan unos resultados bastante más duraderos que los anteriores. Se tratan de los hilos más modernos, reabsorbibles y que están fabricados en ácido poliáctico y glicólico, por lo que son más recomendados para aquellas personas que cuentan con un mayor grado de flacidez.
Gracias a la fuerza de estos hilos, es posible recuperar los volúmenes de la piel de forma inmediata, además de durar bastante más sus efectos. Cuentan también con unas espículas y conos bidireccionales con los que pueden obtener esa mayor tensión y a su vez conseguir una mayor producción de colágeno, consiguiendo estirar la piel de forma más fuerte pero sin cambiar el contorno natural de la misma.
En todo lo que estás leyendo, seguramente te habrás parado a pensar lo que sucede con estos hilos, si se aprecian sobre la piel o si se les puede tal vez tratar o cortar. Por el concepto universal que tenemos de los hilos, tendemos a formularnos estas preguntas y hacerlas llegar al procedimiento de los hilos tensores. En este aspecto no deja de ser una curiosidad pero si, se puede decir que mediante el tacto se pueden apreciar estos hilos. Sin embargo esto es algo que no debe de preocuparnos puesto que al poco tiempo, dará lugar el proceso de reabsorción de los mismos y ya será imposible el poder notarlos, mientras que su efecto sigue vigente.
La colocación de estos hilos es indolora pero dependiendo de la habilidad que presente el médico a la hora de la intervención, nos podrán salir algunos hematomas. Pese a que no llegue a suceder, es algo que tenemos que tener en cuenta y es bastante frecuente en todas las intervenciones estéticas, a fin de cuentas lo que estamos haciendo es intervenir en la piel, pinchando sobre la misma, por lo cual sería lo más común de lo que ocurriese.
Los beneficios de usar estos hilos
Los beneficios de la utilización de estos hilos son prácticamente inmediatos y nos ayudará a mejorar la producción de colágeno en la zona en donde lo hemos colocado. De esta forma, estos hilos están pensados para combatir todos los signos de flacidez que se puedan dar en el rostro, así como diferentes lugares del cuerpo como el cuello o los brazos. Si hay una arruga de por medio, siempre podremos implantar un hilo para corregir ese aspecto.
En este sentido, la utilización de los hilos tensores está perfectamente indicada si queremos tensar nuestra piel liberándola de las arrugas, redefinir el óvalo facial o también para elevar tanto las cejas, como las mejillas o el cuello.
En que casos no es recomendable el uso de estos hilos tensores
Pese a que estamos tratando de una intervención que no cuenta con ningún tipo de riesgo, hay algunos casos en los que no se recomienda la utilización de estos hilos tensores debido a los problemas que pueden llegar a ocasionar.
Si el paciente sufre alguna enfermedad neoplástica, así como algún tipo de afección vascular o tiene diabetes, se desaconseja su utilización.
Además de estos problemas, tampoco son recomendados para mujeres embarazadas o que se encuentren en periodo de lactancia y por último y algo bastante evidente, es que no es recomendado en pacientes que presenten cualquier tipo de infección activa, en el lugar donde queremos poner los hilos. Sin embargo en este último caso, una vez finalizada la infección, no habría ningún tipo de problema en llevar a cabo la intervención por lo que bastará esperar unos pocos días para superar el problema y empezar a disfrutar de los beneficios de los hilos.
El postoperatorio
El postoperatorio es bastante sencillo. Debido a que se trata de una intervención muy sencilla en donde apenas se suceden los problemas, tendremos que tener unos pocos cuidados hasta que los hilos se ajusten bien a nuestra piel.
En este sentido, es importante no gesticular en demasía o estornudar y toser con fuerza, así como comer algún alimento duro, en definitiva, cualquier tipo de movimiento que pueda ocasionar que los hilos se muevan, antes de que empiece su proceso de reabsorción. Así mismo, este postoperatorio no tiene porque ser molesto aunque algunos pacientes si que han mostrado alguna pequeña molestia durante los 10 primeros días, pero por el contrario, se trata de algo llevadero y asumible por lo que en ningún caso, tiene que ser síntoma de preocupación.
El tratamiento que se puede tomar en el caso de que apareciera algún síntoma, está especialmente pensado para tratar de reducir la posible inflamación que pueda darse en la zona afectada y también para poder acabar con el hematoma producido en el caso de que surja. Estos problemas no tienen porque pasar pero si que es necesario comentar que han ocurrido en algún paciente.
En definitiva, estamos ante un tipo de intervención bastante sencilla con la cual el paciente puede reincorporarse de forma habitual a su rutina, sin experimentar ningún tipo de problema y con unos beneficios inmediatos. Cabe destacar que el proceso es prácticamente indoloro y que tenemos varias formas de poderlo llevar a cabo.
Un tratamiento bastante asequible para todo tipo de persona que se encuentre preocupada por el avance de la edad y la aparición de las arrugas y se trata de una forma mucho más económica de sentirse más joven, sin tener que recurrir a técnicas de cirugía mucho más avanzadas o invasivas. Como si se tratase de un tratamiento de andar por casa con un protocolo establecido, bastará una visita al cirujano para solicitar la información acerca de los hilos a colocar, la zona en donde se quiere y el precio del mismo, llevar a cabo la intervención en cuestión de minutos y salir de la clínica mucho más joven y como si no hubiera sucedido nada.