La grasa localizada es una de las preocupaciones de la mayoría de las personas que quieren perder peso. Estamos hablando de la grasa que se acumula en determinadas partes del cuerpo y que realmente resultan bastante molestas ya que nos obligan a comprar ropa de tallas más grandes o realmente terminan por resultar incómodas. En este sentido, este tipo de grasa sería la que se acumula en la cintura dando paso a las denominadas cartucheras o por ejemplo debajo del brazo.
Esta grasa, resulta bastante complicado acabar con ella de forma sencilla, pero si no nos desanimamos y somos tenaces en nuestro trabajo, con el paso del tiempo y con esfuerzo irá desapareciendo poco a poco hasta quedar completamente eliminada. Es importante no perder la calma ni desanimarse, puesto que esta grasa, suele ser la última en desaparecer por lo que los efectos del ejercicio no suelen ofrecer resultados a corto plazo, por lo que tenemos que ser perseverantes y no rendirnos.
Contenido
Las grasas que no entran, son grasas que no tienen que salir
Esto es algo bastante evidente pero que pocas veces se tiene en cuenta. Si llevamos a cabo una dieta que sea pobre en grasas, resulta obvio que estamos incorporando menos de estas a nuestro organismo. De esta forma, si introducimos menos grasas en nuestra dieta, menos grasas tendremos que eliminar de aquí en adelante y por supuesto evitaremos la acumulación de las mismas, dando lugar a esos futuros problemas de grasas localizadas.
Para ello, lo mejor es llevar una dieta pobre en grasas. Hay una gran variedad de alimentos que puedes tomar para ello y en este sentido, cocinar a la plancha será tu mejor aliado. Huye de los fritos o los rebozados, así como del embutido. Ahora que lleva el verano, no hay nada mejor para refrescarse que disfrutar de una rica ensalada. En este sentido, la dieta mediterránea puede ayudar y ofrece a su vez un montón de platos interesante.
Dependiendo de tu peso corporal tu cuerpo asimilará una cierta cantidad de grasas, por lo que en este sentido lo más recomendable es acudir a un nutricionista que te pueda elaborar una dieta hecha especialmente para ti, baja en grasas.
Hacer ejercicio
Una de las formas más sencillas y prácticas de adelgazar, es evidentemente realizar ejercicio. Sin embargo en este sentido, tenemos que dejar claro un par de matices. En primer lugar, el ejercicio localizado, no te va a servir de nada.
Con esto queremos decir, que si tienes grasa acumulada en la cintura, no te pienses que matarte a hacer abdominales te va a reducir en concreto esa grasa. De esta forma, estarás eliminando grasa en todo el cuerpo pero por desgracia no va a ser exactamente de esa zona en particular, lo eliminarás con el tiempo, pero no pienses que tu cuerpo establecerá esa prioridad pese a que estés trabajando esa zona.
De todas formas no desesperes, puesto que el ejercicio te sigue ayudando. En este caso, sería el ejercicio cardiovascular. Este ejercicio ofrece un mayor gasto energético y por ende una mayor quema de grasas. De esta forma, iremos reduciendo poco a poco esa grasa en exceso con la que contamos hasta que finalmente la hayamos eliminado del todo. Ante este ejercicio, tenemos que tener en cuenta un matiz y es que tenemos que tener cuidado de practicarlo en exceso, debido a que si realmente nos pasamos, nuestro cuerpo desarrollará una mayor resistencia al mismo y por lo tanto, nos costará bastante más eliminar esta grasa. De esta forma tenemos que lograr el equilibrio perfecto.
Para ello se nos ocurren varias ideas que pueden resultar interesantes, como puede ser la de practicar algún deporte.
Olvídate de salir a correr hasta la extenuación y disfruta practicando algún tipo de deporte que te guste. De esta forma, plantéate jugar algún partido de pádel por ejemplo o júntate con tus amigos y amigas para jugar al baloncesto o salir en bici. La natación también es una buena forma de mantenerse fresco y en forma.
Además de este ejercicio, puedes combinarlo de forma eficaz con ejercicios de peso. Levantar pesas te ayudará a quemar grasas de forma eficaz y no contribuirás al problema que mencionábamos anteriormente del cardio, por lo que una mezcla entre los dos, puede llegar a ser la solución.
Ayúdate de suplementos
Por último, otro aspecto que nos puede ayudar a quemar estas grasas localizadas, es el uso de determinados complementos alimenticios que tengan esta labor de quema grasas.
Hay que dejar claro que no existe ningún producto milagro, pero si que hay algunos de ellos que pueden cumplir este cometido a base de estimular el sistema nervioso. Productos que pueden contener dosis de cafeína o parecido que nos puedan servir para acelerarnos y con ello quemar más grasas y calorías en el proceso. De esta forma, también hay que tener cuidado de no pasarse en el consumo recomendado de estos productos ya que podríamos tener problemas de salud o repercutir en otros problemas como por ejemplo la falta de sueño o cansancio excesivo.
Además, algunos remedios naturales también ayudan, como por ejemplo puede ser el té verde que es un potente quema grasas. Desde luego no te va a recuperar de la noche a la mañana pero si que con el tiempo puede ayudar. Aprovechando el buen tiempo, tal vez sea un buen momento para cambiar de refresco y probar un poco de té verde con hielo, que además de ser bastante refrescante como se ve, cuenta con la capacidad de poder eliminar estas grasas localizadas.
Como hemos podido ver con todos estos consejos, lo importante es el hábito y la constancia. No vas a acabar con estas grasas de la noche a la mañana, pero sin embargo, si cambias un poco la dieta, llevas a cabo algo de deporte de forma habitual y cambias algunos hábitos de consumo, además de conseguir una vida mucho más saludable, lograrás acabar con estas grasas con el paso del tiempo.