Tanto la cirugía estética como la cirugía plástica, se encuentran día a día trabajando por el bien de las personas. Queramos o no, el aspecto físico es una de las cosas más importantes dentro de la vida cotidiana. Probablemente leerás en muchos lugares que principalmente la belleza se encuentra en el interior y que lo que importa es lo de dentro, puede que sea cierto, pero también la apariencia es de lo más importante, sobre todo a la hora de causar una primera impresión.
Hoy en día, vivimos en la sociedad de la imagen y eso es algo que no se puede negar. Una persona que sea más agradable, lo tiene mucho más sencillo para encontrar un trabajo, sobre todo si es cara al público, que otra persona que pueda presentar alguna incorrección o imperfección en su rostro. No hay nada más como echar un vistazo a la televisión o a las revistas y ver como de cuidados tienen el rostro las estrellas. Sin embargo, tenemos que ir un poco más allá de todo esto y es que realmente, más que la impresión que tengan los demás de nosotros, tiene que ser importante la percepción que tengamos de nosotros mismos.
Está demostrado que la cirugía estética mejora la autoestima de las personas. Al sentirse más guapas u ocultar sus defectos, una persona se siente más segura consigo misma y se siente mucho mejor. De esta forma, uno de los aspectos que se tiene más en cuenta, es el de la cara, ya sea mediante la corrección de las ojeras, remodelación de pómulos o lo que venimos a tratar a continuación, la rinomodelación. Está claro que la nariz es uno de los elementos más importantes de nuestro rostro y en la mayoría de las personas, esta tiene forma diferente.
Cuando nos miramos al espejo, es uno de los aspectos que más resalta junto con los ojos y cuando mantenemos una conversación, es imposible ocultarla a los ojos de los demás. Nos encontramos ante todo tipo de narices en este sentido, desde las más pequeñas, a las más grandes, puntiagudas o con cualquier otro tipo de forma y desgraciadamente, son muchas las personas que no se sienten bien con ellas mismas.
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Remodelar la nariz sin cirugía estética
Muchas personas no se atreven a poner remedio a su nariz, debido a que tienen miedo de la cirugía estética. Por fortuna para ellos, la rinomodelación permite llevar a cabo estos cambios en la forma de la nariz, sin la necesidad de pasar por una operación. Esto es realmente importante, debido a que al no haber operación, nos tenemos que olvidar de los tratamientos del postoperatorio y demás, por lo que ahora es mucho más sencillo corregir esas imperfecciones de la nariz.
Además, la rinomodelación ha tenido tanto éxito entre tantas personas, que ha podido seguir avanzando. Esto ha dado como resultado que antes, los tratamientos de rinomodelación ofrecían resultados temporales mientras que ahora, hay muchos de ellos que son permanentes, es decir, te sometes al tratamiento y tendrás corregida tu nariz para toda la vida.
Si todo esto que estás leyendo te parece interesante, ha llegado el momento de ver como funciona para conocer mejor el proceso al que te puedes someter, así que, vamos a ello.
¿Cómo es el proceso de una rinomodelación?
El procedimiento principal dentro de una rinomodelación, es el rellenado de la misma mediante un tipo de sustancia, que de forma habitual suele ser botox u otra sustancia conocida como restylane. En este sentido, es importante cerciorarse antes del tratamiento que no somos alérgicos a ningún componente de los mismos, ya que entonces, evidentemente, el proceso no podría darse. Antes de empezar el tratamiento, el paciente acordará con el médico el producto que desea usar ya que este, puede variar en algunas características, como por ejemplo el precio del mismo y es importante que todo quede acordado con anterioridad. Además de esto, también hay que tener en cuenta que algunas de las sustancias utilizadas, dependiendo del tratamiento, serán permanentes y otras serán temporales. En el caso de que sean permanentes, ya no tendremos porque volver a preocuparnos de ellas pero en el caso de que sean temporales, nuestra nariz necesitará un retoque pasado un tiempo.
Una vez que todo esto se haya concretado, empezará la intervención en donde la nariz se rellenará con dicha sustancia que cuando se endurezca, irá adoptando la forma que hemos acordado con el especialista que queremos.
De esta forma, es posible añadir más volumen en algunos espacios que antes no nos gustaban o realzar determinadas zonas.
Antes del proceso de secado, mientras la nariz se está rellenando, el doctor va moldeando la nariz a nuestro antojo hasta coincidir con los gustos que quiera el paciente. De esta forma, como si se tratase de un molde de plastilina, la nariz se puede manejar a nuestro antojo consiguiendo hasta conseguir la forma deseada. Cuando se tiene la forma que se quiere, ya no se toca, se deja reposar para que la sustancia como hemos dicho anteriormente se endurezca y ya ayude a mantener la nariz en el sitio sin que haya que utilizar ningún tipo de vendaje.
¿Rellenos temporales o permanentes?
Una de las opciones que más utilizan los pacientes, son los rellenos temporales por una sencilla razón, probar los beneficios de estos. De esta forma, llevan a cabo una intervención que tenga cuyas modificaciones tengan una duración estipulada a lo largo del tiempo para luego acudir a una revisión de la misma. De esta forma, si durante todo ese tiempo han estado a gusto con su aspecto, muchos de ellos terminan por una revisión para llevar a cabo un proceso permanente, mientras que otros si no les ha gustado, pueden cambiar de forma con una mayor facilidad.
Este sería el proceso más sencillo al que someterse para poder comprobar los resultados de la intervención y ver el efecto que tienen sobre nosotros.
El tiempo de procedimiento de una intervención de rinomodelación se encuentra entre unos 15 y 30 minutos. Esto depende de varios factores, como por ejemplo la forma que quiera darle el cliente le dará más o menos trabajo al especialista y también las propias condiciones del paciente a la hora de asimilar las sustancias.
Ahora que tenemos un poco más claro el como funciona esta rinomodelación, llega el momento de compararla cara a cara con uno de sus grandes rivales, la rinoplastia y ver los motivos por los cuales este tipo de intervención cuenta cada día con más adeptos.
Rinomodelación VS Rinoplastia
Son varios los motivos por los que las personas últimamente están eligiendo como opción llevar a cabo una rinomodelación en lugar de una rinoplastia. En primer lugar, estamos ante un procedimiento que es mucho más barato, por lo que el apartado económico pesa bastante. De esta forma, al tratarse de un tratamiento más económico, son más las personas que pueden someterse al mismo o se ven animadas a ahorrar una pequeña cantidad de dinero para comprobar los beneficios con los que cuenta. Que los tratamientos de rinoplastia a veces sean tan caros, echan para atrás a muchas personas que se ven incapaces de poder llegar a juntar tanto dinero.
Otro de los aspectos que también hacen inclinar la balanza en favor de esta rinomodelación, es que no estamos ante un tratamiento de cirugía estética. Como hemos adelantado anteriormente, esto hace que no estemos ante una operación con todo lo que implica. El no entrar en un quirófano para someternos a la operación, contar con un postoperatorio que requiera más cuidado hace que la gente prefiera la rinomodelación como opción. Muchas personas tienen miedo de las operaciones y gracias a este tratamiento, ya no tienen porque depender de ellas para probar sus beneficios.
Un aspecto importante también que gana enteros dentro de esta rinomodelación en comparación a la rinoplastia, es la temporalidad del tratamiento. Los efectos de la rinoplastia son para siempre, por lo que si no hemos salido satisfechos después de la operación, tendremos que hacer frente a esa nueva nariz que nos han dejado o directamente operarnos de nuevo con todo el gasto y procedimiento que conlleva. Como hemos mencionado anteriormente también, la rinomodelación tiene una opción que hace que los efectos de la misma tengan una duración temporal, aproximadamente de unos 12 meses. Esto es un tiempo más que suficiente para que si no nos gusta nuestro nuevo aspecto, podamos repetir el proceso de nuevo o reafirmarnos dentro del mismo en el caso de estar a gusto. Por supuesto, esto es mucho más económico que llevar a cabo la operación de rinoplastia.
Al tratarse de una intervención menor, estamos ante un proceso que no es para nada doloroso ni necesita postoperatorio. Para llevar a cabo la misma, bastará con una pequeña dosis de anestesia local para que no nos enteremos de lo que nos están haciendo, una vez finalizado el tratamiento, no hace falta tener en consideración nada especial por lo que podemos empezar a hacer vida normal desde ese mismo día sin ningún tipo de problema y con una nariz más a nuestro gusto.
Los límites de la rinomodelación
Que se trate de un tratamiento mucho más sencillo, hace también que tenga unas menores opciones. Esto quiere decir que si por ejemplo tenemos una malformación de la nariz que nos impide respirar con normalidad por cualquier motivo, es probable que únicamente la rinoplastia pueda ayudarnos. En este sentido, tenemos que tener en consideración que la rinomodelación nos puede ayudar en diferentes aspectos, conformando una nariz a nuestro gusto pero también teniendo en cuenta las limitaciones con las que cuenta.
De esta forma, diferentes aspectos que podemos conseguir con esta remodelación, es el contar con una nariz más simétrica o hacer que la punta de la nariz sea mucho más estética estando en concordancia con el resto de atributos faciales. Además de esto, será posible conseguir unos dorsos más rellenos y menos profundos o mejorar la visibilidad del caballete de la nariz, así como ajustar y corregir pequeños desniveles tanto de este, como de la propia nariz.
Entendiéndose de otra manera, es que una persona no se podrá someter a un proceso de rinomodelación si no es meramente para obtener un beneficio estético. Problemas más graves como tener fosas nasales muy pequeñas o una desviación del tabique nasal, desgraciadamente no podrán ser corregidas mediante esta intervención y para ello, tendremos que hacer uso de la rinoplastia.
Por último, hay que tener en consideración que tanto la rinomodelación como la rinoplastia, es importante no realizarla en pacientes de menos de 17 años. Esta mera recomendación existe en base a que todavía a estas edades tan jóvenes, la nariz puede cambiar tanto de tamaño como de aspecto, aunque no se pueda apreciar sobre manera, pero si que exista esa posibilidad. Esto puede suponer un problema si se ha llevado a cabo cualquier tipo de intervención por lo que únicamente se recomienda en el caso de que la operación, sea para mejorar algún problema que tenía el paciente.
Conclusiones finales
La rinomodelación ha llegado para ofrecer unos tratamientos sencillos de estética a nuestra nariz, sin tener que pasar por un quirófano y a un precio mucho más económico. Anteriormente y antes de la llegada de este tratamiento, para cualquier intervención de la nariz por pequeña que sea, prácticamente había que someterse a un operatorio y en algunos casos, había algunos aspectos que apenas tenían solución hasta la aparición del botox.
Esta rinomodelación es una gran oportunidad para acabar con aquellas incorrecciones que tanto nos molestan y que es donde siempre se nos van los ojos cuando nos estamos mirando en el espejo. Estamos ante una forma mucho más sencilla para podernos empezar a sentir mejor con nosotros mismos en donde bastará una mera visita de una media hora de duración para salir de la clínica mediante nuestro propio pie y con la nariz mejorada.
Una oportunidad interesante a muy buen precio que nos ofrece unos resultados y mejoras en nuestra autoestima y confianza que realmente no están pagadas.